En Centroamérica, la innovación tecnológica no solo impulsa la competitividad empresarial, también está alineada a un imperativo ambiental. Startups como las de la segunda cohorte del programa Green Tech en Costa Rica, incubadas por PROCOMER y CRUSA, son ejemplo vivo de cómo la tecnología verde se está consolidando como un motor de cambio. Estas startups desarrollan soluciones limpias, eficientes y exportables, financiadas y aceleradas con base en criterios de impacto ambiental.

El enfoque allí va más allá del producto: estas empresas tienen la tarea de proyectar a Costa Rica como hub regional de innovación sostenible, y lo hacen integrando tecnologías limpias con modelos de negocio ambiciosos capaces de competir internacionalmente. Al hacerlo, contribuyen a diversificar la matriz económica del país, aportando valor agregado a su oferta exportadora.
Este modelo no solo tiene efecto directo en la sustentabilidad, sino también en el fortalecimiento del ecosistema emprendedor verde. Programas como Green Tech incluyen mentoría, capital reembolsable de US$50 000 por startup, redes de contacto y oportunidades de internacionalización.
Esta innovación ecosistémica demuestra que la sostenibilidad y la eficiencia pueden ir de la mano. En el escenario corporativo y gubernamental, estas iniciativas abren la puerta a alianzas estratégicas, inversiones y co-liderazgo en el sector verde, reforzando el rol de la tecnología como catalizadora del progreso responsable.
Con información de Summa y Biz Latin