Starbucks ha apostado por la innovación sostenible en Centroamérica mediante la adquisición de dos “innovation farms” en Costa Rica y Guatemala.
Estos centros de investigación desarrollan variedades de café híbrido resistentes a enfermedades y adaptables al cambio climático, con el objetivo de garantizar suministros sostenibles en el futuro.

Este es un claro ejemplo de liderazgo global que impacta localmente. Más allá de la rentabilidad, la compañía comparte sus descubrimientos con productores de la región, promoviendo resiliencia y conocimiento en toda la cadena cafetalera.
Se trata de una estrategia donde el liderazgo empresarial no solo busca eficiencia, sino también legado y responsabilidad compartida.
Al invertir en innovación agrícola, Starbucks fomenta una cultura de colaboración y adaptación ante desafíos climáticos, incentivando un modelo de sostenibilidad inclusivo.
(con información de Investopedia)